A veces hemos sentido que la vida no vale la pena vivirla.
Pero, ¿realmente la vida es así? o ¿nosotros la hacemos así?
Lo que realmente nos hace hace sufrir, es la vida o las expectativas respecto a cómo debería ser el mundo o cómo debería actuar tal persona?
Crees que en la vida todo debería ser felicidad. .. quizas no lo sea!
Imagína un bosque tiene solamente rosas, ríos limpios, venados corriendo, un sol reluciente y una suave lluvia. Pero cuando te internas en uno ¡Oh sorpresa!
También hay insectos, serpientes, y mucha lluvia. sufririas y dirias?
“No vale la pena estar en un bosque, es horrible: serpientes, bichos
¡que horror!” ¿No tiene sentido verdad?
En el fondo sabemos que así es un bosque. No como tú pensabas que era.
Lo que si podemos hacer, es estar alerta contra las serpientes. También, cubrirte para que la lluvia no te moje. Y disfrutar las rosas que veas y los venados. Simplemente aceptar la naturaleza como es y no te lamentar
adaptarse a ella.
En la vida, es igual. Cuando la vemos como un paquete completo, en el que hay amor, muerte, instantes imborrables y fracasos dolorosos, la aceptas como es.
A partir de esa aceptación, puedes adaptarte a ella.
Siempre pregúntate ¿Qué capacidades dormidas en mí tienen que salir a flote con este desafío?
Pues el dolor y las derrotas son una gran oportunidad para replantearnos cómo estamos viviendo la vida.
Acepta tus circunstancias como son, y pregúntate
“¿Qué puedo hacer al respecto?” Te sorprenderá lo sencillo que es solucionar un problema, una vez que dejes de pensar en él y te enfocas a resolverlo.
Generalmente, las mejores oportunidades de nuestra vida, vienen disfrazadas de problemas. No importa cuáles sean éstos. Siempre existe una solución.
Así que a disfrutar de la vida.
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